Se trata de un proceso vivencial o self-experience. A través de este encuadre se hace posible vivir un proceso de autoconocimiento a través de los elementos de la música, el espacio, el cuerpo y la voz. Se trata de que los participantes puedan explorar un camino de autoconocimiento, conocimiento del otro y de los fenómenos de interacción y comunicación que surgen en el contexto del no verbal partiendo de un encuadre del Modelo Benenzon de Musicoterapia.